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México se encuentra frente a una oportunidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, generar un ahorro de electricidad y disminuir los costos que genera el transporte urbano que, en suma, pueden ayudar a cumplir con los compromisos del Acuerdo de París y contribuir a mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 °C. 

¿Cómo es posible lograrlo? El estudio Ciudades Compactas y Electrificadas: México plantea la importancia de reestructurar las políticas de transporte y uso del suelo para priorizar el movimiento de personas. Dicha reestructuración implica incentivos para la electrificación de vehículos, la planeación de ciudades compactas con usos mixtos, así como la reasignación del espacio vial y las inversiones en infraestructura que priorice modos de movilidad sustentable. 

Entre los principales beneficios que las ciudades compactas y electrificadas podrían tener en México son la reducción en $24 billones de pesos para 2050 en los costos que genera la infraestructura del transporte urbano de pasajeros, así como la disminución del consumo de electricidad en 30 mil millones de kWh al año. 

Para ello, es necesario fomentar la inversión en transporte público e infraestructura para movilidad sustentable, lo que tendría efectos positivos en el gasto en combustible y vehículos privados de las familias mexicanas, la congestión urbana y ayudaría a proteger nuestro planeta de los impactos del cambio climático.